Yo, como buen geógrafo que siempre me he sentido, sabía que un planisferio es la traslación de una esfera (como por ejemplo el globo terráqueo) a una superficie plana, es decir, a un mapa. Y, claro, supuse que un planisferio celeste sería la representación en un plano, mapa o carta (llamado también por marinos y navegantes) de la bóveda celeste.
Y no iba por mal camino con este pensamiento, lo que sucede es que tiene aún más sustancia. Como sabéis antiguamente los marinos utilizaban las estrellas para navegar, lo hacían para orientarse y llegar a buen puerto. Un planisferio celeste supone siempre una representación simplificada del cielo estrellado, es decir, muestra las estrellas más brillantes y más importantes de las constelaciones.
Pero… tenemos que tener en cuenta que depende de dónde nos encontremos y de la época del año y la hora del día para poder ver unas estrellas u otras. Por ejemplo, no se observan las mismas estrellas en el hemisferio norte que en el hemisferio sur.
Entonces y simplificando, podemos decir que un planisferio celeste es un mapa de las principales estrellas que sirve para reconocerlas y para saber cuáles están en un momento dado en el cielo; lo que era de gran interés para los navegantes ya que les servía de guía en las grandes travesías marinas en las que no hay otros puntos de referencias que nuestras queridas estrellas.
¿Siempre se pueden ver las mismas estrellas en el cielo? Claro que no, ya sabéis que todo en el espacio se encuentra en movimiento. También la Tierra y el Sol y las estrellas… pero la inmensa dimensión de la cúpula celeste respecto al tamaño de nuestro planeta hace que podamos utilizar los planisferios celestes sin temor a equivocarnos.
Y no penséis que un planisferio es una sola hoja con un dibujo de las estrellas, no. Básicamente consiste en dos círculos superpuestos; el inferior tiene dibujadas las estrellas y las constelaciones y el superior tiene una especie de “ventana” o abertura elíptica por el que se observarán las estrellas que estén en el cielo el día del año y la hora astronómica que indiquemos. El día, el mes y la hora se encuentran impresos en los bordes de los círculos, así que y girando el uno sobre el otro podrás marcar la fecha y horario que desees.
Y ahora viene una pregunta, ¿la hora que marca el reloj es la misma que la hora astronómica? Tic tac tic tac… y bien, ¿sabes la respuesta? Sí, es diferente, en verano en España la hora astronómica se obtiene restando 2 horas al reloj (por ejemplo, las 23h de reloj son las 21h en el planisferio) y en el invierno tan solo hay que restar 1h (por ejemplo, las 23h de reloj son las 22h en el planisferio). Así de sencillo.
Los marineros griegos y musulmanes, además de astrónomos y científicos, utilizaron el llamado astrolabio (muy similar al planisferio celeste) para localizar estrellas en el cielo nocturno y triangular una latitud sabiendo la hora.
Así que podemos decir que el aparato que precedió al planisferio celeste fue el astrolabio ya que según he leído el primer mapa de estrellas que tuvo el nombre de “planisferio”, fue realizado en 1624 por Jacob Bartsch; hijo político de Kepler, que fue un científico y astrónomo alemán que plasmó sus leyes sobre el movimiento de los planetas alrededor del Sol.
Bueno, espero que os haya resultado interesante este post. Os dejo un enlace de Youtube sobre Cómo utilizar el planisferio celeste que han hecho los amigos de Altocúmulo (una tienda estupenda de artículos de meteorología).
